Que tal colegas
Una vez repuesto del esfuerzo requerido por la ruta realizada el Jueves Santo (aunque no quieras se le llama así, “sindi”) en ese magnifico marco que es el Parque Nacional de Cazorla, paso a comentar brevemente los avatares y situaciones vividas durante la ejecución de la misma.
Los miembros del grupo desplazados al parque (el negro y el chiquitín) o a sus inmediaciones (el estilista y casiiker) el día anterior, quedamos en reunirnos en la Piscifactoría del Borosa a las 8,30 horas para preparar las maquinas, el equipo y tomar algún alimento e iniciar la marcha, que no era “moco de pavo”.
A las 9,07 horas y con 3º de temperatura comenzamos a pedalear por la pista que sube al nacimiento del Borosa acompañados de las “peguitas” de siempre….¡¡OYE TIO QUE EL GPS NO ME COGE EL SATELITE!!...¡¡PUES YO HE PERDIDO LA SEÑAL!!....¡¡VALLA MIERDA DE TRASTOS QUE TENISS!!. Bueno, como estos contratiempos no afectaban al inicio del pedaleo y sabíamos que se corrigen con tiempo, empezamos a subir por la pista mencionada y conocida de otras rutas, hasta llegar al cruce que nos desviaba hacia el sur y a lo desconocido.
Al tomar este desvío la subida se hizo mas pronunciada, manteniendo una pendiente media del 9% en los siguientes 20 kilómetros, en los cuales pudimos disfrutar de 2 o 3 tramos de descenso con una distancia aproximada de 2 kilómetros ¡¡ENTRE TODOS!! por lo que en esta primera etapa antes del primer avituallamiento tardamos 2,10 horas.
Una vez repuestas las reservas continuamos camino un poco cabizbajos por la continua subida (¿CUANDO SE TERMINABA ESTE CALVARIO?) encontrándonos en un cruce a un biker de bastante mas edad que nosotros conocedor del terreno que nos indico la cercanía de la ESTACION DE ROBLEHONDO, noticia que nos animo bastante.
Coronamos la primera subida a los 21,500 kilómetros donde hicimos una parada técnica (la vejiga no perdona) y estuvimos escuchando un pájaro carpintero. Iniciamos un descenso impresionante entre pinos, encinas, chopos y otras especies vegetales, por una pista en buen estado general pero con curvas en horquilla que nos hacían emplearnos con los frenos.
En plena euforia por el descenso nos encontramos con una barrera que cortaba el camino y bordeándola continuamos la bajada llegando inmediatamente a LINAREJOS, o lo que es mas importante, a un área de descanso ¡¡CON UN BAR!!. Degustamos una birra con tapa de morcilla blanca de cerdo (de “marrano” nos corrigió la amable anciana que estaba al cargo del kiosco).
Una vez repuesto líquido tomamos rumbo hacia el cruce de VADILLO CASTRIL, por supuesto subiendo otra vez. Este tramo se inicia en una pista asfaltado con pendientes de hasta el 14%, por lo que se antoja dura, pero, además, a los pocos kilómetros se transforma en una pista de tierra con sus consiguientes baches, haciendo más duro, si cabe, el esfuerzo.
Un tramo antes de terminar la ascensión, paramos para realizar el segundo avituallamiento (el cuerpo ya pedía de comer) y ejercicios de estiramiento que relajasen los músculos de las piernas y del resto del cuerpo. Una vez repuestas las fuerzas y con el culo menos dolorido continuamos la ascensión durante un pequeño trayecto e iniciamos el descenso hasta NAVA DE SAN PEDRO, donde, existe Dios, nos topamos con un mesón rural.
Como dio la casualidad que en la puerta del establecimiento estaban varios lugareños en una animada charla no dudamos en preguntar si íbamos bien para AGUAS NEGRAS, a lo que respondieron que si y que nos restaban hasta la presa del nacimiento del BOROSA unos 14 kilómetros (7 hasta la barrera que daba acceso a la laguna y otros 7 hasta la presa, “todos ellos cuesta bajo menos un repechejo” puntualizaron). Ante tales noticias comprenderéis que no podíamos hacer el feo de marcharnos sin tomarnos alguna birra, cosa que hicimos, degustando los aperitivos que nos ofrecieron ¡TOTAL NO HABIA “GUSA”!.
Nos despedimos de los camareros (nos dio toda la impresión de que uno de ellos era “moderno”) y seguimos el descenso, pero pronto se acabo lo bueno y el “repechejo” resulto ser una subida de 5 kilómetros que, si bien no tan fuerte como la anterior, nos termino de cansar porque las fuerzas ya iban justas.
Por fin llegamos a la barrera que nos había indicado el camarero, la bordeamos y, ahora si, iniciamos el descenso hasta la presa del BOROSA. Valla descenso, eso es una trialera llena de pedruscos sueltos, escalones, baches descomunales, agua, barro, en fin, la repera, y además con peatones en todo el recorrido lo que la hizo aun más técnica y bonita, de verdad compañeros, un lujo asiático, bueno quizás para el “Sindi” no tanto.
Llegamos a la presa, que cruzamos con alguna dificultad por los peatones que había, pero lo mas espectacular fue el cruce de los túneles por el mismo motivo, gente en contrasentido y haber donde ponías la bicicleta para facilitar el paso. Aun así conseguimos cruzarlo con la comprensión de las personas que se cruzaron con nosotros y continuamos el descenso hasta la CENTRAL HIDROELECTRICA a veces a pie y otras sobre la bicicleta.
Desde la CENTRAL HIDROELECTRICA hasta la PISCIFACTORIA fue un descenso a troncha ejes, pero, al mismo tiempo, con extremo cuidado por la cantidad de gente que había en el camino. y sin mas novedad llegamos a los coches a las 16,25 horas aproximadamente, eso si, ¡¡JODIOS PERO CONTENTOS!!
Solo queda comentar que a lo largo de toda la ruta disfrutamos de unas vistas y paisajes alucinantes por su belleza, unos precipicios y barrancos que producen “VERTIGAZO” (¿verdad “chiquitín”?) y de un día de camaradería autentico. Para que os hagáis una idea de lo que ha sido la experiencia hay van los números:
Kilómetros recorridos: 66,930 Km.
Tiempo invertido sobre la bicicleta: 5 h 27' 20”
Velocidad máxima: 43,50 Km/h
Velocidad media: 12,20 Km/h
Altitud mínima: 686 m
Altitud máxima 1602 m
Pendiente media 5%
Pendiente máxima 14%
Saludos bikers
HAY VA LA RUTA
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